miércoles, 11 de marzo de 2015

Saca al dandi que navega por tus venas.

"Contemplar este bastón, más valioso que tu vida, es una de mis mayores preocupaciones sin dejar atrás lo estupendamente bien que me combina con el fabuloso nudo de la corbata".
 Tal vez eso es lo que dirían los dandis que antiguamente componían nuestra sociedad junto a su mirada llena de hastío y tedio. 
Evadidos de la realidad, preocupados únicamente por su apariencia, por contemplar y reflejar de manera maquillada la belleza de las cosas que no resultan tan cautivantes a ojos del resto. Siendo todo lo contrario a un vivaracho, se encargan de demostrarnos que no existe nadie por encima de ellos, que ellos son la elegancia personificada.
Baudelaire, uno de los grandes ejemplos de este estilo junto a Oscar Wilde o Brummel se ocuparon en su día de escenificarnos que el buen gusto puede ir acompañado de la mano de alguien que pretende alejarse de las clases sociales y de lo convencional pese a estar inmerso en el hastío.

Literalmente podríamos definir junto a la RAE el término "dandi" o "dandy" -si lo preferís en inglés- como a una persona que se distingue por su extremada elegancia y buen tono.
Según este artículo, siguiendo diversos pasos podríamos llegar a convertirnos en los dandis perfectos. Comenta por encima sobre cómo la vida y el arte se han unido y han compuesto a un ser que se interesa solamente en sí mismo y en su apariencia. A su vez destaca la verdadera y oculta intención de los creadores del manual sobre el dandi ideal que no iba más allá de formar un decálogo. Claro está que sólo querían sacar un buen partido realizando un manual sobre este tema.



Continúa reflejando una frase en la que claramente Balzac asesina a los dandis al llamarles comunes ya que, según él, cuando una pequeña distinción frente a alguien se expande y comienza a volverse convencional, justo en ese momento, es cuando muere el dandi. Porque el dandi es un ser único e inigualable, un ser por encima de las masas, un ser que al ser clasificado como dandi automáticamente se ha cavado su propia tumba.

Me resulta graciosa la cuestión que se nos plantea en el artículo, concretamente la que dice "¿La moda mató al dandi, como dice Barthes?". Obviamente no.
El dandi y el dandismo continúan a día de hoy, nos siguen invadiendo, pero desde las sombras. Probablemente hubo una época en la que casi parecían exterminados. Quizás nos hicieron ver que estaban en peligro de extinción, sin embargo para nada era así.

Por supuesto que quedan dandis. Tú mismo tienes a un dandi introducido en lo más profundo de tu ser, no te engañes, no te evadas de la realidad. Acéptalo.


El propio Barney Stinson, se nos manifiesta como una especie de dandi en "How I met your mother".
Un dandi preocupado por su apariencia externa y por sí mismo, aunque con la pequeña gran diferencia de que este sí se preocupaba realmente por sus verdaderos amigos. Podría decirse que es un dandi, al que ciertamente el hecho de pertenecer a una clase social le es indiferente, ni le agrada ni le desagrada. Obviamente tiene su lado arrogante, sin embargo es un lado arrogante diferente, es una arrogancia con beldad, elegante y sin distinciones. Quizá sin ella no se mostraría tan genial a como es, no sería Barney Stinson. Un medio dandi, amigo de sus amigos.


Siempre ocupado en perfeccionar su apariencia, pese a que en su juventud tuviera más rasgos característicos de las tribus urbanas conocidas como "hippies". 
Su afán por arreglar cualquier tipo de imperfección en sí mismo no sólo lo hace para satisfacer a su moral y a su autoestima para sentirse mejor, sino que el dandismo llegó a su vida por varias circunstancias que le hicieron cambiar su manera de pensar. Circunstancias y situaciones que -para evitar el spoiler- me voy a abstener a relatar.


Evidentemente para ser un dandi es necesario invertir y poseer una gran cantidad de tiempo libre, algo que nos haga tener la oportunidad de ponernos a pensar aunque sea tan solo un poco en cómo vamos a ir o qué vamos a llevar puesto para destacar entre la multitud.
Por esa razón no todo el mundo es un dandi, no todo el mundo goza de un tiempo que le permita entrar en esos planteamientos y en esos dilemas de "mmm...a ver qué me voy a poner hoy" o en la típica pregunta que le haces al fantasma de tu habitación para saber si te proporciona alguna pista sobre la respuesta del "dóoonde está" la corbata de patitos que tanto odiabas ya pensada para poner en ese día debido a una apuesta perdida. 


Los dandis de hoy en día podría decirse que son los que pretenden llamar la atención, algo que siempre han llevado en sus rasgos característicos de verdaderos dandis, les encanta el protagonismo. Por esa razón, no sólo afecta en la adolescencia, no sólo son dandis todos aquellos adolescentes que experimentan con sus cuerpos la apariencia que verdaderamente quieren tener o desean mostrar. El dandismo afecta a todas a todas las razas y edades por igual.

Para finalizar he decidido recopilar varias frases del artículo que describen en parte al perfecto dandi.
Un dandi es:

 1. Fiel a sí mismo.


2. El último resplandor de heroísmo en decadencia.


3. El diablo con apariencia de hermoso adolescente.


4. La teatralidad. Escapar de la decepcionante realidad, estetizando la cotidianidad y convirtiendo la vida en una cuidada autopercepción.


5. No es sólo ropa y adorno, sino ideología. Manera de vivir, de estar a la contra. 


6. Con todos los pecados, perversidades y desvíos imaginables atribuidos, incluso los sexuales.


7. Un aristócrata individual.

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