jueves, 5 de febrero de 2015

Nietzscheievsky.

Достоевский, más entendido como Dostoievsky, fue uno de los primeros autores de la Rusia zarista cuyas obras se encargan de indagar en la psicología humana tanto espiritual como política o social. Durante su adolescencia sufrió la pérdida de su madre teniendo que quedar bajo la custodia de su autoritario padre. Un padre que años después acabaría asesinado por su exceso de dominación y control en la población. Todas estas desgracias llevaron a Dostoievsky a la escritura. A una etapa en la que se basaría en intentar resolver el misterio del hombre, el por qué se encarga de realizar todas estas frívolas acciones. Lo único que pretende es resolver este misterio sin pensar en el tiempo invertido en ello, como bien dejaba en claro en una de sus citas reflejadas en la 'Carta a su hermano'.

"El hombre es un misterio, hay que resolver el misterio y si uno pasa la mayor parte de su vida intentando resolver el misterio: no dirán que ha perdido el tiempo."
(Carta a su hermano, 1839) 

 Sin duda, pretendía resolver todos estos misterios desde una perspectiva real, verosímil. Es por ello que Dostoievsky se encuadra en la etapa del realismo literario, un realismo que se observa en cualquiera de sus obras, un realismo que caracteriza a Dostoievsky como uno de los más grandes escritores que plasma al hombre y a la sociedad del momento.


Para todas sus obras se aferró al uso de la psicología, aparezca más o menos, en cualquiera de sus obras aparece aunque sea alguna pequeña reflexión.

Parándonos en este punto, nos encontramos con Nietzsche, considerado como un gran filósofo alemán, poeta, músico y filólogo. Y a su vez, un gran lector que calificó a Dostoievsky como un psicólogo de primera, un psicólogo que le había inspirado y enseñado bastante sobre la psicología.

"Dostoievsky...El único que me ha enseñado algo en psicología..." - Nietzsche.

¿Pero cómo descubrió nuestro filósofo a nuestro escritor? Fácil, remontémonos al principio. Todo comenzó en el momento en el que Nietzsche llegó hasta una librería de Niza y se topó con 'L´espirit souterrain' de Fiodor Dostoievsky. En ese momento nació en él un curioso interés por este autor y por su psicología. Sin embargo, a pesar de toda esta admiración por la capacidad del autor al reflejar aspectos de la psicología en sus obras, Nietzsche no fue capaz de mencionar en su autobiografía "Ecce homo" al susodicho. Sólo mencionó a Stendhal, dejando en claro que excepto Stendhal, nadie le ha causado tanto placer y sorpresa. Cosa que sin duda era una calumnia, debido a que sí, el propio Stendhal influyó en él, pero también destacan entre los grandes a Dostoievsky, Shakespeare y Heine.


¿Y por qué decidió no mencionarle en su autobiografía? ¿Casualidad? Quién sabe. Quizá Nietzsche no sabía tanto sobre las obras de Dostoievsky o quizá es que Nietzsche junto a su espíritu alemán no quiso mencionar a nuestro autor ruso. Todos sabemos que entre los alemanes y los rusos siempre han habido rifirrafes. Tal vez, Nietzsche no quería aceptar la realidad de que un ruso le había enseñado algo como para dejar constancia de ello en su autobiografía. Pero repito, quién sabe. 
Sólo él lo puede saber, quizá fue por un descuido, por un olvido. Aunque tendiendo en cuenta todo lo que presuntamente le había enseñado sobre la psicología dudo que haya sido por un simple descuido o por un pequeño olvido.


Pese a esto, para Nietzsche, Dostoievsky era un gran psicólogo. Y nuestro filósofo presentaba la capacidad de entender cualquier reflexión sobre el hombre, sobre la sociedad de la época o sobre el comportamiento de cada ser, que nuestro autor reflejaba en sus obras. Y eso era algo que Nietzsche valoraba ya que al comprender y compartir el mismo punto de vista, le hacía disfrutar.


Por otro lado, encontramos otra cita que destaca entre las tantas de Dostoievsky, una cita que dice así:

"Por lo menos he vivido. He sufrido, pero, de todos modos, he vivido."

Con esta cita nos quiere decir que pese a todas las desgracias ha tenido la suerte de encontrarse en un mundo en el que, aún con su crueldad característica de ciertos momentos, ha podido vivir en él.
Nos quiere dar a entender que todo el mundo sufre pero que eso es tan sólo una etapa por la que todo el mundo debe pasar, es como una regla de la vida. Una regla que es casi imposible de saltar. 
Su finalidad es llegar hasta nuestras mentes y hacernos reflexionar que no todo en esta vida es malo, que sólo el hecho de vivir ya es algo. Algo que debemos de agradecer, porque los malos momentos son los que verdaderamente nos enseñan a crecer como personas y a su vez los que nos demuestran quién está y quién no en ellos. Se encargan de demostrarnos que sólo nos tenemos a nosotros mismos para todo y se encarga de repetírnoslo hasta que nos aprendamos bien la lección.


Y es que sólo el hecho de sufrir, es una mera manera de vivir, una manera de aprender y de crecer.

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