viernes, 12 de diciembre de 2014

Maldito corazón.

Querida Carlota:

Quizá nunca leas esto. Quizá nunca te llegue esta carta debido a que no consigo reunir el valor suficiente para poder enviártela. Últimamente he estado echándote de menos. Ahora mismo me encuentro en mi pupitre, dando un giro dramático a mi rutina y escribiéndote a ti mi estimada Carlota, en vez de a mi fiel amigo Guillermo.
Tal vez, si el destino lo quiere así, puedas conocerle algún día. Es encantador aunque a veces irritante. Irritante por el hecho de su extrema sinceridad en ciertos momentos en los que me acorrala un sentimiento de inestabilidad. ¡Ay! Ya sabes lo inestable que soy a veces... Suele decirme la verdad aunque me duela para que consiga ver las cosas como realmente son, no obstante, pese a que hay momentos en los que odio sus palabras a muerte consigo encontrar en ellas toda la razón, y por ello, esta se convierte en una de sus mejores virtudes. Es mi fiel consejero, sabe todo sobre mi y he de confesarte que también lo sabe todo acerca de ti. No te asustes por esto.
Supongo que ya conocerás mis sentimientos hacia ti y si aún no has conseguido darte cuenta ya te los confirmo yo.
Ayer conseguía ver lo bonito de la naturaleza, sin embargo hoy todo se me ha vuelto oscuro.
 El dolor que me has provocado sin tu quererlo me desarma, me acecha desde las sombras mientras me dedico a responderle con varias sonrisas pintadas para no preocuparte, al hablar de él me embriagas de celos, me haces sentir como si yo no valiera nada con tus palabras que son como cuchillos y espadas que se ponen de acuerdo para atravesarme el pecho en conjunto, brutalmente y sin consideración.
Se que me aprecias y también soy consciente de que Alberto es un buen hombre, pero uno no elije de quién se enamora. No consigo entender como Alberto no me odia a pesar de conocer todo lo que siento, supongo que será por su seguridad en sí mismo y por la confianza que profesa hacia ti.
Y no le juzgo, ¿quién no podría confiar en esa mirada que te caracteriza? Debes saber que jamás olvidaré el instante en el que tus ojos negros agredieron a los míos sin querer, durante aquel baile, durante cada tarde y durante todas y cada una de esas noches oscuras en las que esperábamos por ver el salir de la luna.
Ya no sé que pensar, ha pasado un tiempo desde el momento en el que decidí dejarte en manos de Alberto y huir para olvidarme de ti, para alejarme de estos sentimientos que conseguirán producir en mi una tragedia si siguen atacando e invadiendo a mi corazón. Mas no ha servido de nada, aún me siento igual y creo que debes saberlo al igual que sabes que con tan solo un golpe podrías hacerme caer.
Poco a poco estoy perdiendo mi oxigeno y mi voluntad con el simple hecho de pensar que nuestros corazones nunca latirán como uno solo, con sólo pensar en que no podré disfrutar de esa sonrisa que es capaz de iluminar cualquier ciudad, de saber que nunca conseguiré sostener tu corazón con mis dos manos al verlo desaparecer entre las de Alberto.
Carlota, creo que estoy comenzando a delirar, he vuelto a confundir tu presencia con una estrella aún más alejada. Desde que me fui, el café se siente frío en las mañanas porque de lo único que estoy seguro, es de que no estoy seguro de tu amor. Tu conseguiste romper las telarañas de mi corazón aunque el vacío que se siente no lo compensa en absoluto, conseguiste destruir todos los altos muros que con tanto esfuerzo construí y te adentraste en mi atravesando descaradamente la puerta principal.
Me encuentro ahogado en un mar de dudas y por ello desearía volver para responder a todos estos por qué's que tengo acumulados, regresar un tiempo atrás para poder hacerlo todo bien y para evitar sentir lo que siento, aunque lo que realmente deseo ahora mismo es verte esta noche para que me aclares que no todo está en mi mente. ¡Ah! ¡Destino cruel! ¡Me ofreciste un caramelo con el cual caí rendido a tus pies y sin embargo ahora me lo quitas sin compasión para ofrecérselo a otro! Probablemente...Tal vez sólo fue una ilusión, tal vez sólo fue un simple sueño sin sentido...Que triste es saber que lo único que pasará entre nosotros será el tiempo.
Querida Carlota, nunca dejaría de escribirte. Podría pasarme horas y horas escribiéndote porque hablar contigo es un placer que se apodera de todo mi ser, un placer que rápidamente es asesinado al no recibir una de tus respuestas. Me he formado una herida tan impresionante que no es capaz de sanar por si sola y siento la necesidad de aplazar el café de esta noche para ir a verte y aclarar mis dudas después de que mi sangre se mezcle con alcohol. Quiero finalizar esta carta asegurándote que sigues muy presente en mi y que de mi memoria no ha podido salir aquel último momento en el que te vi. Espero que puedas perdonarme si me decido a cometer alguna estupidez, esto no es una amenaza indirecta, ni tampoco un aviso, sólo es una simple despedida.
Un hasta luego... o quizá... Un último adiós.


domingo, 7 de diciembre de 2014

¿Última entrada del blog?

No señores, que no cunda el pánico, no es la última. Sin embargo, podría haberlo sido debido a que hoy, Domingo 07 de Diciembre, he decidido escuchar la famosa canción que se prohibió durante 61 años por supuestamente haber incitado al suicidio a una gran cantidad de personas considerable, y sí, me estoy refiriendo a "Gloomy Sunday". Se trata de una canción que, probablemente, nunca en mi vida se me habría pasado por la cabeza escuchar ya que nunca había oído hablar de ella. De hecho, con sólo leer el "Aviso: escuchar esta canción podría matarte" ya me echaba para atrás, no obstante la curiosidad mató al gato, y por ello no he podido evitar la tentación de introducirme en el enlace del artículo y por consiguiente en el enlace de la canción.
Irónicamente Sunday -como ya sabréis- significa Domingo y qué mejor que escuchar esta canción un Domingo ¿verdad? Pues he de aclarar que no me había dado cuenta de este detalle hasta después de haberla escuchado por tercera vez mientras leía el artículo y una vez leído, haber buscado la traducción de la canción. Imaginaos la de cosas que se me han pasado por la mente al darme cuenta.
¿Suicidarme? No, y eso que tengo cerca una ventana abierta para hacerlo. 
Exactamente lo que se me ha pasado por la mente ha sido el pensamiento de "qué manera de cargarse las canciones de piano con esas letras tan horribles", sí, horribles y estresantes. Tanto que hasta se escuchaba a mi perro llorando desde el fondo del pasillo para que la quitara de una vez por todas.


El videoclip nos muestra la situación de la época. El artículo nos aclara que la letra efectivamente al principio era un ejercicio de melancolía debido a la situación política y social. 
Sin embargo años después decidieron que el tema de esta canción estaría ligado a una historia de dos amantes, en la cual el hombre decide suicidarse tras perder a su amada el mismo día en el que desapareció.
El artículo prosigue informándonos sobre la cantidad de suicidios que se presenciaron en Hungría, mencionando el caso de Joseph Keller y los cuerpos suicidas que aparecieron en el río Danubio, entre otros. Stack hace mención al Efecto Werther y a la cantidad de demandas que se dieron entre algunos géneros musicales los cuales con algunas de sus canciones -según los demandantes- incitaban al suicidio. 
Finalmente, el artículo nos aclara que Gloomy Sunday no ha sido la única canción que ha incitado al suicidio, también destacan otras como "I don't like Mondays". Continúa mencionando a una gran cantidad de artistas que la han interpretado y acaba tocando también el camino cinematográfico por el cual ha pasado la canción de Rezső Seress.


Esta canción se relaciona con Werther por el hecho de que sus historias son un tanto parecidas, acaban de la misma forma y traen como consecuencia la incitación del suicidio en aquellas personas que son más débiles, sensibles, o como le quieras llamar. Esas personas que se dejan influenciar por cualquiera, las mismas que cual marioneta se dejan manipular por ciertos megalómanos que componen nuestro planeta.
Si una canción, libro, película o serie entre otros, consigue que te suicides, enhorabuena, eres una persona débil y no sólo débil. ¿Valiente? Quizás. Puede que el suicidio sea la valentía de los cobardes y la cobardía de los valientes, ya que ser valiente no significa que no tengas miedo.  
"Suicidio" es una palabra que en nuestros tiempos se utiliza bastante y cada vez se emplea con menos sentido del que nunca tuvo. La de veces que habré escuchado yo -y no sólo escuchado- el típico "¡Venga, suicidio colectivo!" que se dice el 15 de Septiembre por la vuelta a las clases y el fin del verano. 


Pero el suicidio es un tema bastante más serio de lo que pensamos. Tras investigar un poco, he descubierto que en Inglaterra, sobre el siglo XIX el intento de suicidio era castigado con la horca. 
De hecho, contestando a la pregunta que Aitor nos planteó en clase la semana anterior, según la OMS, -dejando a un lado a las enfermedades-, el suicidio es la segunda causa de muerte más frecuente entre los jóvenes y los no tan jóvenes. Los mayores de 70 años son los que más suelen recurrir a este medio para quitarse la vida, mientras que tras ellos siguen su ejemplo los jóvenes de entre 15 a 29 años. Este dato es en general, si nos centramos en España, el suicidio es la primera causa de muerte entre las personas de 25 a 34 años.
 Como podemos ver, no toda la gente espera toda la semana para el viernes, todo el año para el verano y toda una vida para ser feliz.
Existen diferentes maneras de suicidarse. Principalmente la gente suele hacerlo para alejarse y huir de una situación agobiante que no consiguen manejar, ya sea el envejecimiento, la muerte de un ser querido, el consumo de drogas, traumas vividos, desempleo, o si nos centramos en los suicidios que cometen los adolescentes, suelen ser por rupturas sentimentales, el acceso a armas de fuego, bullying, antecedentes de haber sido maltratado o abandonado, e incluso antecedentes de auto-agresión en los que ellos mismos se han decidido auto-agredir quién sabe por qué.
Sin embargo no todos los casos de suicidio tienen éxito, de hecho existen casos de suicidios fallidos que han servido para representar un grito de ayuda.
Un grito de ayuda con el cual los suicidas piensan que le están haciendo un favor a su familia y amigos tras querer irse de este mundo sin razonar que lo que verdaderamente están causando es angustia y un sentimiento de culpa con su egoísmo.


Como bien hemos mencionado antes, en España el suicidio es una de las principales causas de muerte que saludan a personas de diferentes edades de la misma manera, por eso se intenta evitar el hecho de que este acto sea cometido por la gente y para ello existe un teléfono de ayuda al cual cualquiera puede recurrir en cualquier momento de su vida. Si buscamos en google la palabra "suicidio" podemos ver que lo primero que nos aparece es este dato que podría ayudar a cambiar el pensamiento de todas aquellas personas que en algún momento han pensado en huir de la vida por este camino.



Aunque es cierto que no todo el mundo tiene el valor para coger el teléfono y marcar el numero que le ayudará a salir de ese abismo en el que desgraciadamente ha caído sin darse cuenta. Esa falta de valentía que luego no muestran al cometer el suicidio podría darse por el hecho de que piensen que sus ideales no serán entendidos por los que les rodean ya que lo único que suelen hacer es juzgarles pensando que están locos y son unos exagerados al plantearse la idea del suicidio. 

Por otro lado, no es sólo pedir ayuda ya que no todo el mundo tiene la intención ayudar. Hay gente que se dedica a hundir más a estas personas que tienen un problema e inclusive se alegran de que piensen en esta idea incitándoles aun más a que la pongan en marcha. ¿Y todo por qué? ¿Para qué les dan alas? ¿Por que se sienten mejor consigo mismos? ¿Por que son iguales que ellos? Quién sabe. Pero esta gente por medio de las palabras es capaz de conseguir que el dolor se vuelva más tangible, un dolor al que podemos mirar como a una criatura oscura, tanto más ajena a nosotros cuanto más cerca la sentimos. Y luego pretenden que les des las gracias.

Y me pregunto yo, ¿realmente merece la pena el suicidio? Sí, acabas con todos tus problemas de golpe pero, ¿para qué? Si de eso se trata, de superarlos. Lo único que haces es intentar escapar de la realidad con el pequeño gran coste de una larga vida que quién sabe como pueda ser en un futuro aunque hoy esté bastante nublada y no consigas ver lo bueno de ella. Lo único que procedes a cometer es una mala decisión de la que no te podrás arrepentir, una decisión que te arrastrará a ti y a tus seres queridos. Llámate valiente, pero sólo demostrarás que preferiste ser un cobarde que se dio por vencido.






Ahora bien, ¿por qué la música o cualquier tipo de arte influye en nuestra vida, en nuestro estado de ánimo? ¿Por qué influye hasta tal punto de llegar a cometer un acto así?
Dicen que la música amansa a las fieras, pero por lo que se ve también consigue alterarlas.
 La música si que puede influir en tu estado de ánimo, te puede alegrar, entristecer, aburrir, relajar, estresar, provocarte ansiedad, sueño, hiperactividad, y una gran cantidad de sentimientos más.
Sin embargo dudo que consiga incitarte al suicidio, porque por mucho que la canción te esté diciendo que te suicides si no quieres, no lo haces. También depende de la persona, de lo sensible y propenso que seas a obedecer a los demás y a seguir sus incitaciones. Ya que cada persona percibimos la música de manera diferente, y ya no sólo la música, si no cualquier tipo de arte.
Por ello, depende de nuestro estado de ánimo el tender a asociar una canción como "alegre" o "triste".

Volviendo al artículo, mencionaba a una canción que se titula "I don't like Mondays" perteneciente a The Boomtown Rats, la cual desencadenó un tiroteo en un colegio de California.
Tiene gracia, porque a mi tampoco me gustan los lunes y nunca me han gustado, pero no por ello mañana lunes voy a coger y me voy a pegar un tiro mientras escucho esta canción de fondo.
Estaría gracioso que el nombre de un día de la semana pudiera acabar conmigo por el hecho de ser lunes.
Aunque más que gracioso, sería patético.